jueves, 30 de junio de 2016

La presión del número uno





Debe ser muy difíl, muy duro, ser considerado el número uno, ser ubicado en un puesto tan alto que luego no se admite menos que la perfección o que un promedio siempre elevado de resultados. ¿Será que esas personas cambiarían la fama o las fortunas que ganen por tener una vida normal, como las de quienes sueñan con ser como ellos? Cada uno sabrá cuál es el costo físico y mental que pagan a largo plazo. Para unos, abre la oportunidad de realizar sueños personales, o de ayudar desinteresadamente en buenas causas. Para otros, tenerlo todo abre las puertas de sus debilidades, de sus deseos nocivos, y sucumben a ellos.
¿Soy un gran deportista, entonces debo superar a todos, ganar siempre, y luego, cuando no quede a quién vencer, superarme a mí mismo? Si juego en equipo, tal vez yo sea el equipo y yo solo deba ganar.
Si soy un escritor reconocido, tal vez luego del premio Nobel, todo lo que escriba deba ser digno de ser estudiado en las universidades, elogiado por crítica y público. Que hagan una película basada en cada uno de mis libros, con los más famosos actores del momento. Tal vez deba escribir una trilogia, para vender más, y luego volver a escribir continuaciones y convertirlo en una saga. 
Hay quienes se desempeñan buscando la fama o la fortuna, y también están quienes fueron alcanzados por la fama mientras estaban ocupados haciendo lo que saben, lo que les gusta, incluso lo que necesitan hacer para su realización personal. Podría nombrar a algunos escritores muy famosos y recordar que no eran conocidos cuando comenzaron, que sus primeras obras fueron publicadas años o incluso décadas después de ser "descubiertos". Algunos tendrán tanto dinero que podrían pasar el resto de sus vidas sin trabajar, pero escribir es lo que disfrutan y lo que necesitan.¿Se aplica la jubilación, el retiro, a un escritor? ¿Se le puede decir que a partir de cierta edad no debe escribri más? No lo imagino. Esas personas me caen bien, quienes son felices haciendo arte con esmero y además lo comparten con el mundo. Si son humanos, con sus virtudes y defectos, apreciaré en ellos ambas partes.