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Foto: zabara_tango
"¡Te acordás, hermano, que tiempos aquellos!
Eran otros hombres, más hombres los nuestros,
no se conocían coca, ni morfina,
los muchachos de antes no usaban gomina."
Tango "Tiempos viejos", 1925
Soy del siglo pasado, lo se. Nací en la década del 70 y creci viendo TV en blanco y negro. He visto como a mi alrededor el mundo cambiaba rápidamente, incluso diría vertiginosamente. Creo que esa es la palabra, porque a veces me da vértigo.
He visto como de un dia para otro aparecían computadoras por todas partes, y después teléfonos portátiles, y muchas personas entonces comenzaron a andar por la calle hablando solas, como los locos. Con los mp3, parecen mitad gente y mitad máquinas, con cables que les salen de las orejas. Vi aparecer también el término metrosexual, que hace referencia a un nuevo tipo de hombre que pone tanta atención al cuidado de su imagen como antes solo lo hacía una mujer: cabello, piel, incluso uñas. Cuando creí que ya había visto suficiente, encuentro en la web una noticia insólita: una tienda japonesa de lenceria está vendiendo sostenes para hombres. Tal vez alguien se pregunte si tales productos se venden. Puies según ese artículo, parece que bastantes, en colores blanco, negro y rosa.
Yo no me imagino a una señora volviendo a su casa y que encuentre a su marido o su novio probandose uno de esos artículos. Me gustaria conocer la opinión de las damas. ¿Como lo verían ustedes? ¿Sexy? ¿Original? ¿Atractivo? ¿Excentrico?
En el diario Clarin del domingo, salió una nota en la cual algunos jóvenes declaran que les da lo mismo tener relaciones con chicas o chicos. Mientras tanto, yo sigo sin entender nada de esto. Pienso en letras que aprendí en los últimos años del pasado siglo:
Tango que me hiciste mal
y que, sin embargo, quiero
porque sos el mensajero
del alma del arrabal;
no sé qué encanto fatal
tiene tu nota sentida,
que la mistonga guarida
del corazón se me ensancha,
como pidiéndole cancha
al dolor que hay en mi vida.
(...)
Es cosa linda y fiereza,
es cachetada y caricia,
tiene amargura y delicia,
tiene fealdad y belleza.
Es la infinita tristeza
que a ser malo me convida,
es la cárcel, la guarida,
mis versos y mi guitarra;
el tango es como una garra
que se ha clavao en mi vida.
Apologia del tango
Enrique Maroni
Soy de otra época y de otra tribu, la del tango y de los guapos,he cambiado el traje y la corbata por unos jeans con zapatillas y el antiguo "mano a mano" por las artes marciales. Sin embargo, se que han quedado algunos códigos y costumbres. No se si soy una especie en extinción, y no digo aqui que lo actual, o lo que viene sea bueno o malo, sino que lo pregunto, para conocer opiniones. Veré si alguien me saca de la confusión y me explica donde estamos, hacia donde vamos, como llegamos hasta aqui. Mientras tanto, estaré lustrando mis zapatos de tango. Algunas nuevas tiendas, que no cuenten conmigo.