En una época con muchos cambios,donde los acontecimientos se suceden de prisa, siempre es bueno tomarse un tiempo para meditar acerca de donde estamos y hacia donde vamos.
viernes, 13 de agosto de 2010
Destinos y caminos
Foto: alex-s
Muchas personas podrían encaminarse hacia un mismo punto de destino sin experimentar el mismo viaje. Al esperar en la parada del colectivo, tengo suerte si no llueve, ni hace mucho frio, ni han estacionado vehículos en la parada, acción supuestamente no permitida. Si la espera es muy larga, como para compensar, pueden venir después dos colectivos juntos,como para que pueda elegir el que más me guste. Recuerdo entonces que el precio del boleto ha aumentado, pero no la calidad del servicio.
Supongamos que me siento, que solo me acomodo, me relajo, y a disfruar del viaje y del paisaje. Para prevenir algo tan aburrido, el destino ha previsto una serie de circunstancias, entre las inesperadas y las ya conocidas. Una brusca frenada puede evitar una accidente allá afuera, pero dentro, la gente que vuela, grita y cae, recuerda las escenas del naufragio en Titanic. Un minuto, reporte de daños, felizmente nadie herido,sigue el viaje.
Sube el vendedor de chocolates, lapiceras, encendedores, cuadernos, o lo que a ustedes se les ocurra. Dice en voz alta su discurso y con cuerte vende algunos de sus artículos. Otras veces, o en el mismo viaje es alguien más joven que deja una tarjeta o estampa en manos de cada pasajero y luego pasa a recogerla o recoger en su lugar unas monedas. Con suerte recoge de algunos pasajeros ambas cosas y puede volver a ofrecer la misma tarjeta con frases romanticas o calendario. Tambien puede ser quien no tiene trabajo pero si alguna enfermedad y no puede ofrecer más que su gratitud a quien pueda soltar uans monedas. No se esperaría esa ayuda del gobierno, pues los líderes se encuentran fuera del país dando discursos sobre los resultados positivos de su gestión.
Suben una mujer embarazada y un anciano. Vamos,no se miren unos a otros, levanten el trasero y dejen libres dos asientos. Una vez se levantó el conductor y dijo "Yo le dejo el mio y espero que sepa manejar", tras lo cual uno de los pasajeros se puso de pie.
Sube un policia y se ubica hacia el fondo como lugar estratégico para controlar lo que sucede. Uno siempre cuida sus valores porque también suben carteristas. La mayoria están presentes en verano, en plena temporada alta. En esa época vienen los turistas, los carteristas que quieren robar a los turistas, y los policías de refuerzo que son enviados a atrapar a los carteristas que quieren robar a turistas y locales.
A medida que avanzo hacia mi destino, el vehículo toma una trayectoria que será en línea recta por bastantes calles. Eso le permite ganar velocidad. Algunos imprudentes kamikazes desafian al destino en sus bicicletas y motos. Se cruzan frente al colectivo como poniendo a prueba los frenos, los reflejos de quien maneja y las leyes de la física. Una mujer lanza un grito como dándolo por muerto, pero el ciclista se ha salvado por un pelo y sigue como si no se hubiera enterado de lo cerca que estuvo.
Unas calles más y bajo a pocos metros de casa. El destino suele ser el mismo, pero no hay dos viajes iguales. No es solo un viaje, es una aventura. A veces no tengo ganas de aventuras; entonces decido caminar, lo cual es aún gratis y es también un buen ejercicio.
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4 comentarios:
Ufff, Jorge, he sufrido mientras viajaba contigo.
Cuánta razón tienes, cada viaje es una aventura. Hay un mundo entero en ese autobús (colectivo). Cientos de personas distintas, con sus historias, alegrías y penas, pasan cada día por él. Cada uno va a su destino... Pero ¿no será el mismo destino para todos?: mantenernos en el "camino", seguir vivos...
Y es cierto que muchas veces es mejor ir caminando...
Un abrazo
Conchi
Hola Conchi. Ya ves en cuantos sitios cabe un mundo de gente. Un colectivo, un salón de clase de facultad, o tantos otros sitios donde hay muchas historias. Aqui también hay muchos que se asustan del sistema actual de transporte, pero cuando llueve o hace mucho frio, o es noche oscura que parece peligrosa, no quedan muchas alternativas. Coincido en que manteternos vivos es un importante detalle, aunque siempre debe haber algo más, el "para qué", la misión de cada uno en el mundo. Me tomaré un rato libe para terminar de preparar el juego de palabras.
Un abrazo desde el sur.
¿Para qué?, esto es algo que mucha gente se preguntó a lo largo de la historia de la humanidad.
¿Para qué stoy aquí? ¿Para qué y por qué tengo que seguir vivo?
La respuesta la tiene que encontrar cada uno en su interior, pero a veces viene bien que nos ayuden a ver un poquito de luz.
Un abrazo, Jorge, y perdona por la auto-reflexión.
Conchi
Viene siempre bien la reflexión, Conchi. Incluso los que sean vagos pensarían al menos que están aqui para pasarla bien, o sea que se inclinarían por el hedonismo, que e suna de las respuestas más frecuentes. Otras respuestas suelen ser que se está en este mundo para ser útil a una causa o un fin, para obtener y desarrollar virtudes, para vivir variadas experiencias sanas y ser feliz, para cumplir alguna misión supuestamente indicada por "el destino",etc.
Un abrazo, Conchi.
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