En una época con muchos cambios,donde los acontecimientos se suceden de prisa, siempre es bueno tomarse un tiempo para meditar acerca de donde estamos y hacia donde vamos.
viernes, 28 de diciembre de 2007
Ultimas horas del 2007
El año se termina y es notable la cantidad de cosas que ocurrieron en estos 365 dias. Desde el famoso "¿Por que no te callas?" hasta las elecciones y otros tantos asuntos que no podria mencionar aqui porque se que me olvidaria de muchos.
Yo,personalmente he mejorado mi inglés y francés,aprendi a usar las nuevas herramientas para la administración de un blog y como incluir videos. Sin embargo, una de las cosas más importantes fue aprender a respirar. Aprender ejercicios de yoga y tai chi que incluyen la manera adecuada de respirar para relajarse. A veces estamos tan ocupados que olvidamos "pequeños"detalles como esos: respirar bien,relajarnos,tomarnos un descanso, porque los más importante es que estemos bien,si no lo estamos no podremos hacer las cosas correctamente. Si no podemos ayudarnos a nosotros mismos tampoco podriamos ayudar a otros.
¿Que traerá en año proximo? Será dificil superar todo lo hecho en el año del jabalí ( o chancho ),mi año segun el horoscopo chino,pero pienso lograrlo. Feliz año nuevo para todos.Tengamos mucho animo y sentido comun para conseguir que sea un hecho mas que un deseo.
Palabras de amor
Foto: seanmcgrath
Cualquiera de nosotros puede criticar todo lo que está mal en este mundo. No faltan razones ni ejemplos. Sin embargo, al pensar mucho en estos temas corremos el riesgo de olvidar o prestar menos atención a cuanto nos aporta ánimo y esperanza. Una de las fuerzas que más moviliza a los humanos suele ser el amor, ya sea amor de pareja, amor por la familia, por la profesión, el país,etc.
El amor es lo que esperamos que haya cuando termina el enamoramiento,o la fascinación inicial, y nos mantenga unidos a lo que amamos,con sus virtudes y sus defectos,sus pros y sus contras. Por eso podemos amar a una persona,un país,un deporte,familiares,una profesión,etc. Al amar queremos lo mejor para aquello que amanos,sin egoismo,y a la vez sin olvidarnos realmente de nosotros mismos,porque no puede amar a otros quien no se ame a si mismo. Amamos cada cual a nuestra manera,en la medida de nuestras posibilidades y segun lo hemos aprendido. La manera de enseñar y explicar el amor es con el ejemplo.
Seguro que cada uno de ustedes puede agregar otras observaciones desde su experiencia.
martes, 18 de diciembre de 2007
Você gosta do tango?
Minha primeira aula de tango foi realmente interessante. Foi meu primeiro passo num mundo cheio de possibilidades. Eu só aprendi sete movimentos essse dia,mas foram os mais básicos e importantes.Eu tinha 27 anos e havia gente ainda mais jovem também.
Hoje em dia, não lembro quantos tangos eu já bailei,mas gostei muito de cada um.É difícil de aprender? Acho que não,mas é difícil de bailar com naturalidade e fluidez de movimentos quando você tem que bailar no mesmo espaço com muitos outros casais.É claro, nesse caso,você não pode bailar como as pessoas do vídeo.Eles são dançarinos profissionais de tango. Eu também não bailo assim. A minha maneira de bailar é bem mais simples. Seja como for, é uma experiência que eu sempre recomendo.
lunes, 17 de diciembre de 2007
A new year, a new opportunity
Este video fue publicado originalmente en un articulo del blog Palabras de Escritor y es reproducido aqui con la debida aprobación del colega.Escribo la traducción en inglés para que llegue a la mayor cantidad posible de personas.
This is the world where we live,our only planet,whether we want to see it or not. Maybe we forgot the fact that we need the same things: peace, family, health,happiness,for instance. Our world might be very different, it depends on every human being. Every new year is a new opportunity, a new beginning.
Do you know what is written,in this video? I wrote the translation below. I hope you like it. Have a happy Christmas and a happy new year too.
"Even if you don't do something for them, do something for yourself.
Theme: Ricardo Andrade, "if only you were here".
I wish you to be a better human being from now on and for ever.Life is only an instant, don't waste anything. I hope you'll have a better Christmas than them.
Happy Christmas. God bless you."
Words of an american
I'm an american. I was born, grew up and live in Argentina I know that there is a very common confusion: if I said "I'm an american", you could think that I was born in U.S.A.
In fact, there are 35 sort of americans,more or less. Most of us love to play football. You know: 11 players each team and a referee. Most of us speak Spanish, except for some countries like Brazil,U.S.A. and Canada,for instance. However, you can find people who speak Spanish in those countries.In the U.S. there are millions of inmigrants who speaks Spanish. We also use the same sort of measures: kilos,litres,metres and Celsius degrees. It makes easier our lives and communications.
There is a lot of beautiful landscapes between Mexico and Argentina, including our Malvinas Islands,temporary invaded by armed foreigners.We also share a long mountain range: Cordillera de los Andes. Tourists come from all the world to visit our mountains, lakes,beaches and kind people. They also come to dance a big variety of rhythms: tango,salsa,merengue,son,cumbia,etc. What I like more is tango.
My favourite language is Portuguese; even though, I need to improve my English. It has a positive point: by learning English I'm able to chat with people from all the planet: Ukraine, China, Liberia,Senegal,Morocco,etc. I still make some mistakes,maybe in this post too,but my "world" is now bigger than it was only one year ago.
I say very often: languages can be weither barriers or bridges. I prefer to build bridges. If you're thinking about learning a new language, you'll find useful links in this blog. Let's build a peaceful world.
domingo, 16 de diciembre de 2007
Hormonas.
Foto:totoro!
Sentimos la adrenalina de una manera muy particular. La sentimos antes. La sienten también los compañeros que nos observan. No la sentimos durante el combate.
La concentración es tan profunda que todo es presente, un segundo puede ser muy largo, y no se suele sentir el dolor de un golpe hasta haber terminado, a menos que sea muy intenso. Así fue en cada combate cuerpo a cuerpo, y también fue así, mas o menos, el día que comenzamos los combates con los nunchakus.
Al oír la orden del instructor tomamos nuestras armas y nos acercamos al centro del gimnasio. Nos saludamos con una leve inclinación y comenzamos.
Hasta ese momento uno sabe que no hay necesidad de estar ahí, que podría estar en otra parte, que podríamos lastimarnos mucho. Una vez que comenzamos, dejamos de pensar. Las manos pueden mover las dos armas a la vez o cada una de manera independiente. Los nunchakus desplazándose a mas de 100 km/h son apenas unas manchas borrosas en el espacio. Oscilan alrededor de nuestros hombros y codos, se amortiguan y frenan en nuestras espaldas y vuelven a tomar velocidad y fuerza. Una vacilación de una décima de segundo, un mínimo error de coordinación, y podríamos golpearnos nosotros mismos.
Los pies tantean el piso, que esta roto en varias partes. La visión periférica controla que no nos quedemos sin espacio ni nos acerquemos demasiado a los compañeros. Los movimientos de cadera ayudan a cambiar de guardia, avanzar, retroceder o evadirse de costado o en diagonal. Los gritos salen desde los pulmones y desde el espíritu simultáneamente, acompañando a las armas en los movimientos de ataque.
Contra la pared hay dos compañeras con el corazón en la mano, siguiendo la escena con preocupación. Para nosotros han dejado de existir temporalmente ellas y los demás compañeros, como también el pasado o el futuro.
Avanzamos al mismo tiempo, gritamos. Una madera pasa cerca, siento el aire que desplaza cerca de la cabeza. Veo las gotas de transpiración que barre a su paso, antes de que logren caer al suelo. Mi arma izquierda roza su traje negro frente a su abdomen, como un relámpago que nos parece lento. Lanzamos hacia delante las armas que tenemos en la mano derecha. Algo se rompe. Lo oímos. Hay un grito lejano ,viene desde la otra pared. Una orden del instructor pone fin al combate. Una de las armas de mi colega se ha roto por el impacto con la mía. El pedazo partido esta en el suelo, a varios metros. Parece que he recibido un golpe en el dorso de la mano izquierda. Pronto comenzaré a sentir el dolor y la inflamación.
Mientras lavo esa mano en el baño, una compañera se asoma a la puerta para saber si estoy bien. Ella esta genial. Tal vez me venga bien un poco de atención, esa preocupación y atención que no había notado antes. No creo haber perdido ni empatado. Mas bien creo que una historia termina y otra recién empieza.
Sentimos la adrenalina de una manera muy particular. La sentimos antes. La sienten también los compañeros que nos observan. No la sentimos durante el combate.
La concentración es tan profunda que todo es presente, un segundo puede ser muy largo, y no se suele sentir el dolor de un golpe hasta haber terminado, a menos que sea muy intenso. Así fue en cada combate cuerpo a cuerpo, y también fue así, mas o menos, el día que comenzamos los combates con los nunchakus.
Al oír la orden del instructor tomamos nuestras armas y nos acercamos al centro del gimnasio. Nos saludamos con una leve inclinación y comenzamos.
Hasta ese momento uno sabe que no hay necesidad de estar ahí, que podría estar en otra parte, que podríamos lastimarnos mucho. Una vez que comenzamos, dejamos de pensar. Las manos pueden mover las dos armas a la vez o cada una de manera independiente. Los nunchakus desplazándose a mas de 100 km/h son apenas unas manchas borrosas en el espacio. Oscilan alrededor de nuestros hombros y codos, se amortiguan y frenan en nuestras espaldas y vuelven a tomar velocidad y fuerza. Una vacilación de una décima de segundo, un mínimo error de coordinación, y podríamos golpearnos nosotros mismos.
Los pies tantean el piso, que esta roto en varias partes. La visión periférica controla que no nos quedemos sin espacio ni nos acerquemos demasiado a los compañeros. Los movimientos de cadera ayudan a cambiar de guardia, avanzar, retroceder o evadirse de costado o en diagonal. Los gritos salen desde los pulmones y desde el espíritu simultáneamente, acompañando a las armas en los movimientos de ataque.
Contra la pared hay dos compañeras con el corazón en la mano, siguiendo la escena con preocupación. Para nosotros han dejado de existir temporalmente ellas y los demás compañeros, como también el pasado o el futuro.
Avanzamos al mismo tiempo, gritamos. Una madera pasa cerca, siento el aire que desplaza cerca de la cabeza. Veo las gotas de transpiración que barre a su paso, antes de que logren caer al suelo. Mi arma izquierda roza su traje negro frente a su abdomen, como un relámpago que nos parece lento. Lanzamos hacia delante las armas que tenemos en la mano derecha. Algo se rompe. Lo oímos. Hay un grito lejano ,viene desde la otra pared. Una orden del instructor pone fin al combate. Una de las armas de mi colega se ha roto por el impacto con la mía. El pedazo partido esta en el suelo, a varios metros. Parece que he recibido un golpe en el dorso de la mano izquierda. Pronto comenzaré a sentir el dolor y la inflamación.
Mientras lavo esa mano en el baño, una compañera se asoma a la puerta para saber si estoy bien. Ella esta genial. Tal vez me venga bien un poco de atención, esa preocupación y atención que no había notado antes. No creo haber perdido ni empatado. Mas bien creo que una historia termina y otra recién empieza.
Humor: artes peligrosas
Foto:jslander
El primer golpe que recibí con los chacos me lo di yo mismo,y me dejó medio idiota, estado que según algunos, todavía persiste. Es una de las teorías con las que tratan de explicar mi afición por las artes marciales.
Me preguntan a veces si rompo tablas. Yo les respondo que una vez rompí una, en casa, pero fue sin querer. Mis padres casi me matan. Desde ese momento, he practicado siempre en el patio.
Es inevitable golpearse uno mismo mientras se está aprendiendo a usar los chacos. Uno trata de hacerlo girar alrededor de los brazos y se golpea los hombros y los codos. Si tratas de hacerlo girar alrededor del cuello o la cintura, te puedes golpear la cabeza o una mano. Algunos ,tratando de imitar una película, trataron de pasarlo entre las piernas. Cuando veo eso, se me cae una lagrima. Es curioso ver como se inclinan y hacen extraños sonidos, como un chimpancé. Yo me abstuve de intentarlo, ya que de todas formas, ese movimiento es innecesario.
En el gimnasio tenemos otros elementos. La bolsa, por ejemplo, la pateamos con frecuencia. Generalmente está rellena con aserrín, auque a veces el instructor, para sorprendernos, la rellena con arena. Por ese motivo ,conviene siempre “probarla” primero con un golpe suave.
¿qué es el aserrín? Madera en polvo. ¿Qué es la arena? Piedra en polvo. Por eso una bolsa con arena puede se mucho mas dura. Recuerdo cuando al loco Benítez se le ocurrió patear la bolsa con todas sus fuerzas sin haberla probado. El grito se escucho desde lejos, y se sentía como si nos doliera a todos. El se agarraba el pie y gritaba como la mona chita. Desde ese momento siempre la prueba primero, porque dice que es loco pero no pelotudo, cosa de la cual no estamos por completo convencidos.
En cuanto a mi...habiendo aprendido ya a manejar un chaco, he comenzado a practicar con dos: uno en cada mano. Con el primer golpe que me di, con los dos a la vez, recordé viejos tiempos. El segundo y el tercero también tuvieron ese efecto.Hoy me siento bien, se me pasó el dolo de ayer y pienso seguir practicando. ¿Quién sabe? Tal vez pronto el instructor me deje intervenir en los combates con estas armas.
Cambiar el mundo
Foto:joka2000
¿Quieres cambiar el mundo? Espero que sepas que mundo proponer como alternativa. No un mundo ideal y perfecto, porque no somos así los humanos, y eso causaría frustración al obligarnos a ser lo que no somos. Sería suficiente un mundo razonable, donde no nos matemos unos a otros, ni estemos por hundirnos en la basura que generamos, ni destruyamos la capa de ozono que nos mantiene con vida.
Actualmente está excluido de la sociedad todo aquel que no cumpla con dos condiciones: producir y consumir. Lo importante no es ser humano, sino tener dinero. Según la declaración universal de los derechos humanos, tenemos derecho a la alimentación, la vivienda, la educación, etc. Lástima que tener derecho no sea suficiente. Sigo siendo un desempleado, un número, una estadística, como muchos otros, pero tengo el derecho a trabajar, nadie me lo discute. ¿Tendré que esperar hasta el 2015 para ver si se cumplen los “objetivos del milenio” de la O.N.U.? Me gustaría preguntarle al secretario general y al presidente de cada país qué se supone que haremos los desempleados mientras tanto.
II
Hace falta cambiar el mundo, es verdad, pero es importante pensar en la alternativa, para que el mundo no acabe siendo una dictadura comunista, ni el imperialismo yanqui, ni un gran mercado donde solo son humanos quienes tienen dinero, ni un conjunto de fanáticos dispuestos a hacer cruzadas (guerras por la paz) y “guerras santas” ( como si tales cosas no fueran monstruosas contradicciones).
No se puede obligar a nadie a cambiar. No es cuestión de invadir un país, imponer la democracia, como en Irak, y esperar que eso funcione y sea aceptado. Cambiar es una decisión muy personal, decisión tomada ( o no ) por cada uno de nosotros y por propia voluntad. Lo que se puede hacer es informar correctamente, despertar conciencias, eliminar prejuicios, enseñar a pensar libremente, para que cada uno pueda tomar las mejores decisiones posibles.
III
Nuestro mundo se verá gravemente afectado por el calentamiento global; sin embargo, eso no nos obliga tampoco a cambiar. Varios gobiernos pueden elegir continuar como hasta ahora, aún cuando sea una decisión irresponsable y suicida, e incluso negar que ese peligro exista y calificar de absurdos los protocolos de Kyoto y de Montreal. ¿Qué podemos hacer cuando no cambian los gobiernos ni las grandes empresas? Podemos cambiar nosotros.
Una conocida frase dice: “para que el mal tenga éxito, es suficiente que la gente buena no haga nada”. ¿Por qué no harían nada? Porque una de las estrategias del mal es el desánimo: hacerle creer a la gente que resistir es inútil, que no hay sentido ni esperanza, que nada va a cambiar, que los obstáculos son demasiados y muy grandes. Por eso, una de las pérdidas más grandes es la de aquel que ha perdido el entusiasmo. Quien conserva el entusiasmo se levanta cada vez que tropieza, aprende de las experiencias y se hace fuerte con cada problema que enfrenta y soluciona.
Si te falta ánimo, recomiendo que hagas 10 flexiones de brazos, por mucho que te cueste. Si no ha funcionado, repite el procedimiento con otras 10, y luego 10 más. Si llegas hasta el punto en que te duelen los brazos, recuerda que más vale tener los brazos cansados por haber hecho muchas cosas que sentir dolor en el alma por “pensar demasiado” pero sin actuar.
IV
Existió una vez un hombre empeñado en cambiar el mundo. Después de diez años con muchos esfuerzos pero sin resultados, pensó que lo mejor sería tratar de cambiar su país, cosa que le llevó diez años más. Sin rendirse por la falta de resultados, pasó otra década tratando de cambiar su ciudad, y luego una más tratando de cambiar a su familia.
Al final de su vida comprendió que había tomado el camino equivocado, y que no había sido el primero ni el último en intentar el cambio de esa forma. Todavía le quedaba tiempo para hacer algo importante: transmitir lo que había aprendido. Para cambiar el mundo, primero debe cambiar uno mismo, ya que uno forma parte de lo que quiere cambiar. Cuando uno cambia, afecta a su entorno inmediato, que también se modifica. Así es como los nuevos y mejores hábitos son incorporados entonces por la familia, luego por la ciudad, y luego por un país entero, cuando sus habitantes se sienten voluntariamente comprometidos con esa sensata misión
¿Quieres cambiar el mundo? Espero que sepas que mundo proponer como alternativa. No un mundo ideal y perfecto, porque no somos así los humanos, y eso causaría frustración al obligarnos a ser lo que no somos. Sería suficiente un mundo razonable, donde no nos matemos unos a otros, ni estemos por hundirnos en la basura que generamos, ni destruyamos la capa de ozono que nos mantiene con vida.
Actualmente está excluido de la sociedad todo aquel que no cumpla con dos condiciones: producir y consumir. Lo importante no es ser humano, sino tener dinero. Según la declaración universal de los derechos humanos, tenemos derecho a la alimentación, la vivienda, la educación, etc. Lástima que tener derecho no sea suficiente. Sigo siendo un desempleado, un número, una estadística, como muchos otros, pero tengo el derecho a trabajar, nadie me lo discute. ¿Tendré que esperar hasta el 2015 para ver si se cumplen los “objetivos del milenio” de la O.N.U.? Me gustaría preguntarle al secretario general y al presidente de cada país qué se supone que haremos los desempleados mientras tanto.
II
Hace falta cambiar el mundo, es verdad, pero es importante pensar en la alternativa, para que el mundo no acabe siendo una dictadura comunista, ni el imperialismo yanqui, ni un gran mercado donde solo son humanos quienes tienen dinero, ni un conjunto de fanáticos dispuestos a hacer cruzadas (guerras por la paz) y “guerras santas” ( como si tales cosas no fueran monstruosas contradicciones).
No se puede obligar a nadie a cambiar. No es cuestión de invadir un país, imponer la democracia, como en Irak, y esperar que eso funcione y sea aceptado. Cambiar es una decisión muy personal, decisión tomada ( o no ) por cada uno de nosotros y por propia voluntad. Lo que se puede hacer es informar correctamente, despertar conciencias, eliminar prejuicios, enseñar a pensar libremente, para que cada uno pueda tomar las mejores decisiones posibles.
III
Nuestro mundo se verá gravemente afectado por el calentamiento global; sin embargo, eso no nos obliga tampoco a cambiar. Varios gobiernos pueden elegir continuar como hasta ahora, aún cuando sea una decisión irresponsable y suicida, e incluso negar que ese peligro exista y calificar de absurdos los protocolos de Kyoto y de Montreal. ¿Qué podemos hacer cuando no cambian los gobiernos ni las grandes empresas? Podemos cambiar nosotros.
Una conocida frase dice: “para que el mal tenga éxito, es suficiente que la gente buena no haga nada”. ¿Por qué no harían nada? Porque una de las estrategias del mal es el desánimo: hacerle creer a la gente que resistir es inútil, que no hay sentido ni esperanza, que nada va a cambiar, que los obstáculos son demasiados y muy grandes. Por eso, una de las pérdidas más grandes es la de aquel que ha perdido el entusiasmo. Quien conserva el entusiasmo se levanta cada vez que tropieza, aprende de las experiencias y se hace fuerte con cada problema que enfrenta y soluciona.
Si te falta ánimo, recomiendo que hagas 10 flexiones de brazos, por mucho que te cueste. Si no ha funcionado, repite el procedimiento con otras 10, y luego 10 más. Si llegas hasta el punto en que te duelen los brazos, recuerda que más vale tener los brazos cansados por haber hecho muchas cosas que sentir dolor en el alma por “pensar demasiado” pero sin actuar.
IV
Existió una vez un hombre empeñado en cambiar el mundo. Después de diez años con muchos esfuerzos pero sin resultados, pensó que lo mejor sería tratar de cambiar su país, cosa que le llevó diez años más. Sin rendirse por la falta de resultados, pasó otra década tratando de cambiar su ciudad, y luego una más tratando de cambiar a su familia.
Al final de su vida comprendió que había tomado el camino equivocado, y que no había sido el primero ni el último en intentar el cambio de esa forma. Todavía le quedaba tiempo para hacer algo importante: transmitir lo que había aprendido. Para cambiar el mundo, primero debe cambiar uno mismo, ya que uno forma parte de lo que quiere cambiar. Cuando uno cambia, afecta a su entorno inmediato, que también se modifica. Así es como los nuevos y mejores hábitos son incorporados entonces por la familia, luego por la ciudad, y luego por un país entero, cuando sus habitantes se sienten voluntariamente comprometidos con esa sensata misión
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