lunes, 13 de octubre de 2008

Facultades alteradas ( 7 )


Foto:Daquella manera


Esta es una historia ficticia, obra de la imaginación. Cualquier similitud con lugares, personas o hechos reales es pura coincidencia. Obra previamente registrada.



12. El portal


Permanecimos inmóviles por un tiempo que nos pareció una eternidad. Estábamos a la espera, sin saber si algo saldría de allí en cualquier momento, si debíamos huir, entrar o quedarnos allí. Nada más sucedía. Me acerqué a la puerta y la terminé de abrirla. Se notaba que el lugar no había recibido ventilación ni limpieza en mucho tiempo. Amanda espiaba sobre mi hombro. El pasillo de piedra se extendía muchos metros y estaba en penumbras, escasamente iluminado por una luz que provenía del fondo. Entramos lentamente, pisando con cuidado, midiendo cada paso. Las paredes tenían inscripciones en otros idiomas, como el latín, fórmulas matemáticas complejas, escritas a mano, algunas escenas de batalla y retratos pintados en la piedra misma. Después de haber entrado varios metros notamos que el pasillo parecía dividirse en dos partes, una a la izquierda y otra más adelante a la derecha aparte de la luz al final. Antes de llegar a la primera desviación, Amanda me llamó la atención sobre una de las pinturas. El hombre retratado se parecía mucho a mi, solo que debía ser de la edad media, un hombre de armas de aspecto valeroso y noble. La inscripción debajo decía: “Ex unque leonem”, y debajo de eso, “Janius”. Tuve una extraña sensación de estar conectado en cierta forma con él, aunque no conocía antepasados tan remotos.
De pronto las puertas detrás de nosotros se cerraron con un gran estruendo. No terminé de girar en esa dirección cuando tuve la sensación de que algo se movía rápidamente detrás de mí. Lo que fuera desapareció velozmente del área de mi visión periférica y se perdió en las sombras. “Creo que no estamos solos”, pensé, pero no quise decírselo a Amanda, que prácticamente se abrazaba a mí. Me separé un paso para avanzar mientras mis ojos se acostumbraban a la poca luz. La miré. Entre ella y la puerta no había nada. Sentí que algo me tocaba un hombro. Giré y sentí que algo se movía de nuevo. Demasiado rápido para mí.
-Janius…
-shhh…. –no hagas ruido , le dije bajo sin mirarla.
_Ja….nius. –su voz estaba cambiando. Ya no parecía ser ella.
-¿Amanda? –la miré y vi sus ojos brillando, sentí la voz que no era suya, ni parecía humana.
-¿Quién es Amanda?-Dijo mientras me tomaba con las dos manos y levantaba mi cuerpo entero, golpeándolo con fuerza contra una pared del pasillo. Casi no llegué a tocar el suelo cuando ya me estaba lanzado hacia el fondo. Luego de dar una vuelta para amortiguar la caída, vi que me había lanzado a varios metros.
Avanzó hacia mí. Sea lo que fuere, no podía atacarlo sin arriesgarme a lastimar a Amanda también. Esquivé su golpe y usé su propio impulso para arrojarla a la entrada de la desviación izquierda del túnel. Solo tenía tres metros y al final un espejo contra el cual la sujeté. Vi mi reflejo mirándome. Reía y me giñaba un ojo en gesto de burla. Ella se desmayó entre mis brazos. Lo que la hubiera poseído, no tenía mucho poder…todavía. Había salido tal vez de ese espejo y había regresado al mismo. Al fondo, la luz se hizo más fuerte. Estiré un brazo, como si mi palma quisiera tocar esa luz a pesar de estar a varios metros. Entonces tuve las visiones. Las fugaces imágenes del pasado me mostraron escenas de lucha en otras tierras, el bien contra el mal, el ser humano contra cosas difíciles de describir. Los extranjeros en ese mismo pasillo, lo que les había pasado al abrir el portal y su intento casi exitoso de cerrarlo. Del presente capté la presencia de muchos seres hostiles, tal vez humanos, tal vez no. Estaban del otro lado de la luz, en ese portal que se estaba abriendo cada vez más. Eran muchos, eran crueles, y ya venían en camino.
Ayudé a Amanda a salir mientras se reponía. De afuera llegaba el sonido de sirenas y de gente corriendo y dando órdenes. Entonces, al salir, allí estaban ellos.
-¡Ustedes!-exclamé, reconociéndolos parecidos a los extranjeros de mis visiones.
Los dos hombres y la mujer vestían elegantes trajes negros, zapatos negros, camisas blancas. Tenían un aspecto serio e intimidante, pero aun así parecían asombrados de verme. Traían con ellos un extraño artefacto.

Continuará...

7 comentarios:

Conchi dijo...

Vaya, Jorge, esto se ha convertido en una novela de misterio. Me alegro de que las musas te acompañaran este fin de semana. Te felicito por tu trabajo y quedo a la espera de la continuación. ¿Quiénes son esas personas vestidas tan elegantes?
Un abrazo.
Conchi

Jorge dijo...

Conchi: siempre estoy escribiendo algo,ademas de leer. En el caso de "facultades alteradas", no es precisamente lo mas profundo que escriba, pero es un buen ejercicio para la mantener activa la imaginación.
Ya veremos en el proximo capitulo quienes son las personas de negro, que es lo que traen con ellos, que cosa relaciona a Janius con ellos y con lo que hay en el pasillo, y como sigue el relato.
Gracias por pasar de visita.
Un abrazo.

Patricia López dijo...

Un relato que parecía sobre estudiantes universitarios ahora se está transformando en uno de misterio y de ciencia ficción.
Seguí manteniendo viva tu imaginación... bien por el lector y por el escritor que hay en vos :)
Un abrazo!

Jorge dijo...

Patricia: gracias por el aliento. Voy a seguir practicando siempre, para mejorar y para ver si algun dia me las arreglo para vivir de esto,cosa que queremos todos los que escribimos.Mientras sigo buscando un laburo,claro.
Un beso,amiga.

Sendieva dijo...
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Jorge dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marinel dijo...

Jorge, que soy muy "despis" y me había perdido el hilo de la historia...
Ahora veo que era el octavo capítulo y me digo:Marinel que te has perdido dos!!!
Estoy en ascuas, me voy para arriba...
Besito.