jueves, 18 de septiembre de 2008

Facultades alteradas ( 4 )


Foto:Carlos Allevato

Esta es una historia ficticia, obra de la imaginación. Cualquier similitud con lugares, personas o hechos reales es pura coincidencia. Obra previamente registrada.


6. Extrañamiento

Hay historias de barcos fantasmas: todo está en su sitio, incluso la comida; todo excepto la gente. Hay pueblos fantasmas también, y quién sabe si eso será más que una metáfora. Quien no haya venido antes, como yo, tan temprano, pensaría que esta es una de esas historias.
Los pasillos los siento estremecedoramente silenciosos. Con cada paso tengo miedo de despertar a un monstruo oculto. Incluso se cuentan diversas cosas por las cuales muchos no vendrían solos en estos momentos. En las aulas, los bancos están desordenados de tan inquietante manera que parece que una turba enfurecida los hubiera agarrado a patadas. Hay restos de cigarrillos y de paquetes de galletitas en el suelo. De haberse producido una batalla entre romanos y tribus bárbaras, hubieran dejado todo mas ordenado, pues es sabido que luego de la batalla recogían los cuerpos y las armas.
Están por todas partes los rastros de seres casi humanos, que no consideran ese sitio como algo suyo, o de su país, pero es temprano y nadie ha llegado todavía. Un gato negro pasa sin hacer ruido y sin fijarse en mi. Está acostumbrado a nuestra presencia. Algunos dicen que es una de las mascotas de la facultad, otros piensan que es la reencarnacion de un estudiante, o tal vez algo más siniestro. Parece que quienes son supersticiosos también fueran racistas.
Algunas películas empezarán como este día, solo que serán científicos quienes entrarán a un escenario como este, vistiendo trajes que los protejan de los virus. Recién después de analizar el aire se quitarán los trajes y se preguntarán qué rayos ha ocurrido aquí. Pues nada en particular, esto es aquí lo normal y ya se acostumbraran,como yo.
Los demás comienzan a llegar uno por uno. Yo me he sentado. No se si debería relajarme tanto, pues estoy medio dormido. No, no creo que pueda quedarme dormido aquí y hasta soñar, pero nunca se sabe lo que en tal sitio soñaría.


Escucho una voz. parece que me habla a mi. Abro los ojos y veo al gato negro sentado en frente.
-¿Me hablas a mi?
-Si, a ti. Pareces sorprendido.
- Bueno, sinceramente no lo esperaba.-dije.
-¿Todavía estas medio dormido,verdad?
-¿Se me nota mucho? -pregunté
-Yo creo que si, porque en vez de mirarme a mí, miras a ese gato.
Sentí una mano sobre mi antebrazo izquierdo y vi a una compañera a quien había saludado un par de veces. Sonreía con simpatía y con sinceros deseos de saber más de mi. El gato maulló y se retiró.
Supe, por nuestra primera conversacion, que su nombre era Amanda, que estaba en las mismas clases que yo, y que teníamos muchas cosas en común, por lo cual me cayó bien y el sentimiento fue mutuo. Ella también me contó alguna que otra leyenda urbana, incluyendo a ese lugar donde nos encontrábamos.

Continuará...

16 comentarios:

Sendieva dijo...
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Jorge dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marinel dijo...

Por un momento pensé que se había dormido y estaba a punto de comenzar una de esas leyendas urbanas.Ummmm, pero nada más lejos de la realidad.
Mas bien creo que es otro tipo de historia la que da comienzo e igualmente interesante.
Vamos a ver si además de misterio e incluso miedo, puede florecer el amor...
Un beso,Jorge.

Jorge dijo...

Marinel: teniendo en cuenta que es lo que piden los lectores, no podria faltar, ademas de ser lo que viene bien a los personajes. En algun momento comienzo a construir el relato, pero tambien puede darse que el relato y los personajes me indiquen hacia donde podria ir.
Gracias por pasar a leer.
Un beso desde Argentina.

los pensadores dijo...

Hola!! el tema del desorden es terrible, en todos lados... muy buena historia, me reí mucho con el gato q parecía hablar...
uno de los pensadores (el q no está escribiendo ahora) tiene un gato negro, y a los 2 nos encantan los animales en general.
saludos!

Jorge dijo...

Pensadores: cuando escribo procuro sorprender y combinar el humor con otros elementos, para que no suene como un relato monótono. Que bueno ver que hay lectores siguiendo la historia. Son simpaticos animales los gatos, a veces incomprendidos como los escritores.
Saludos desde Mar del Plata.

Conchi dijo...

Muy bueno, Jorge. Siempre me sorprendes con los finales, nunca los veo venir, jeje.
Ah, yo tengo un gato negro!
Un abrazo y feliz fin de semana.
Conchi

Jorge dijo...

Conchi: ya sabes que forma parte de mi estilo querer sorprender a veces.Que bueno conseguirlo. :-)
Gatos hay casi de todos los colores pero ciertamente un gato negro es un lindo animal. ¿Quien mas tendra uno por aqui?
Que pases tambien buen fin de semana,besos desde esta orilla.

Natacha dijo...

Yo misma Jorge, tengo una gata negra que se llama Clara, ya ves.. jaja.
Me encantó el giro que le diste al escrito.
Estamos deseando seguir con la lectura y sé que eso te llena de alegría, amigo.
Me gusta mucho lo que leo cada vez que vengo a verte.
Un besito, cielo
Natacha.

Jorge dijo...

Natacha: una gata oscura que se llama "Clara", eso es original. :-)
A varias personas les gustaría saber cómo continúa la historia, incluyendome a mi. Claro que se supone que yo soy el primero que tiene que saberlo. Es un interesante desafio escribir de esta forma, pues escribiendo me siento con la confianza necesaria para pensar que nada es imposible, y resulta que siempre algo se me ocurre. Los siguientes dos capitulos ya estan tomando forma y estaran aqui en cualquier momento.
Pueden comentar no solo lo leido, sino lo que piensan que sigue, pues seria interesante saber lo que imaginan, y puede ser tenido en cuenta.
Un beso desde Argentina.

Conchi dijo...

Uffffff, difícil lo pones, Jorge. Creo que estamos más cómodas leyéndote, jeje, al menos yo.
Saludos.
Conchi

Jorge dijo...

Conchi: quienes esten mas comodos leyendo, pues que sigan asi, que le dan sentido a la tarea de escribir.
Ya se viene una continuacion tan pronto tenga tiempo de subirla.
Un abrazo desde el sur,comienza una linda semana.

Patricia López dijo...

A mí también me habló un gato negro una vez...
Yo que estoy estudiando idiomas, sigo abierta a las distintas posibilidades de expresión... no es bueno eso??

Un abrazo, amigo.

Carmen dijo...

Estados de conciencia alterados y universidad en desorden... ;) el gato era Amanda, debido a que el protagonista estaba en esa linea fronteriza entre el sueño y la vigilia pudo ver cosas escondidas... y es que todos llevamos un animal arquetípico en nuestras entrañas... ¡qué suerte para Amanda ser un gato negro! me gustaría que el protagonista hablara con el mío... y después me contara lo que soy.

Me gusta como has jugado con las palabras :D

:)

Jorge dijo...

Patricia: seria bueno saber si el gato tenia botas, como el de Shrek, si te concedia tres deseos o si decia ser un principe al cual habia que besar para que se transforme.
En cualquier caso,conviene aprender idiomas y estar bien preparado.
Un beso desde Mar del Plata,amiga.

Jorge dijo...

Carmen: no habia pensado una interpretacion como esa. Hay quienes dicen que las personas llevan un animal dentro,incluso cuando manejan.
Seria interesante ver que saldria de ese dialogo imaginario que propones. Yo sospecho que los gatos realmente pueden hablar, pero no lo quieren hacer porque si lo hicieran,los pondriamos a trabajar.
Gracias por pasar por aqui ,leer y comentar.Un abrazo desde el sur.