jueves, 19 de marzo de 2009

Diario de un estudiante ( 2 )


Foto: fimoculous












Universidad, Marzo 2007

En las clases previas al comienzo del año yo apenas comprendía la mitad de lo que escuchaba decir a las profesoras. Como corresponde en el profesorado de inglés, todo lo decían en ese idioma. Yo miraba sus pies, a ver si aparecía la traducción, pero eso no funcionaba. De cualquier manera, eso era alentador, porque no era tan malo como imaginé que sería, y pensaba mejorar tan pronto como pudiera.
Una de las profesoras me entregó una hoja con una encuesta. Debía responder en la hoja cuántos años había estado estudiando inglés y dónde. Yo solo había pasado cuatro meses con mis libros en casa. Me preguntaban cuál de los tres diccionarios que ellos mencionaban tenía yo. Pues no había oído hablar de ninguno de los tres ni los tenía. Me preguntaban sobre mis motivos para hacer la carrera, y yo simplemente quería aprender inglés porque siempre es útil. Ni siquiera quería -ni quiero- ser profesor de ese idioma. Decidí que lo mejor era guardar esa hoja y seguir prestando mucha atención a la clase.
Al comenzar las primeras clases del primer año ya comprendia un 75% de lo que escuchaba en inglés. Yo creía en mí mismo, y estaba determinado a seguir adelante,con esfuerzo, pese a todas las dificultades que se presentaran.

Universidad, abril 2007

Cometí el error de decir la verdad. Mi sinceridad es una de mis virtudes y uno de mis defectos. En una clase, dije a la profesora, al preguntarme, que en realidad yo no quería ser profesor, aunque me gustaría ser traductor. No le gustó nada. Aclaró a todos que esa es una carrera orientada a la formación de profesores. Todos conocemos ese ideal, y también la realidad: la carrera para traductores debe hacerse en instituciones privadas muy caras. Se puede aprender mucho sobre ese idioma en la universidad pública, pagando solo por las fotocopias que usamos. Aún hoy en dia, un porcentaje de los alumnos no quieren ser profesores. Unos quieren ser traductores, otros aprender inglés en un sitio accesible a su bolsillo. Algunos profesores conocen y aceptan la realidad que no pueden cambiar, otros repiten cuál es la orientación de esa carrera. Antes que terminara esa clase, la profe llamó a varios compañeros/as, imagino que para decirles que evidentemente su nivel de inglés no daba ni para ese primer año y que lo pensaran mejor. Me sorprendió no estar entre quienes llamó. Yo seguí creyendo en mí. A los pocos meses comprendía el 90 % de
lo que escuchaba en inglés.

Continuará...

5 comentarios:

Marinel dijo...

Cualquier idimoa es difícil,pero si prestas atención y además anhelas aprenderlo (sea por las razones que sea)acabas por hacerlo.
Creo que tú lo cogiste maravillosamente rápido y bien,¿no?
Seguiremos tus aventuras universitarias.
Besos,Jorge.
PD:Y tu defecto o virtud,según se mire, es el mismo que el mío. O uno de tantos míos, jejeje.

Jorge dijo...

Marinel: Fue tan rapido y con tanta dedicación, que meses mas tarde los profesores se sorprendieron al saber que no tenia ni un año de haber practicado antes de entrar a la facultad.
Que bueno saber que esa misma virtud o defecto esta presente en muchos.
Un beso,amiga.

Conchi dijo...

Hola, Jorge. Me gustó tu segundo capítulo del Diario. Me gustó eso que dices de "Yo creía en mí". Eso es muy importante, más que lo demás crean en uno, pues si tú crees en ti los demás lo harán también tarde o temprano.
No sé si has empezado ya tus clases pues ahí ya es ottoño, ¿no?, lo mismo que aquí es primavera.
Te mando un fuerte abrazo que espero llegue a Mar del Plata con mi cariño.
Conchi

Jorge dijo...

Hola Conchi, aqui ya empezaron de nuevo las clases y ya estamos en otoño. Ya estoy viviendo nuevos capitulos aun cuando no termino de ecribir los del pasado. Como puedes imaginar, hay para un buen rato.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Buen comienzo